La vida es un don maravilloso de Dios y ayudar a los pobres, material y espiritualmente, más que un deber es un privilegio; porque Jesús, Dios hecho Hombre, nos ha asegurado: "Cuanto hagan a uno de estos pequeños, es a Mí a quien lo hacen".
Nuestro amor al prójimo nos hace tener un corazón puro y noble,donde compartimos y ayudamos con detalles muy pequeño pero valioso
participa y ayuda al hermano que hoy lo necesita
Agradeciendo a todas aquellas personas que hacen posible la entrega del vaso de alimento a niños y abuelos del sector, gracias a la solidaridad y generosidad de muchas personas para hacer posible esta actividad!Dios les bendiga!
Lo más importante no es lo que damos, sino el amor que ponemos al entregarlo. Madre Teresa de Calcuta

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